La ronda asturiana La etapa reina.
El retorno de Santi Pérez
Después de dos años sin correr en Asturias el ciclista moscón volvió a ser protagonista en una etapa de alta montaña y se quedó cerca del triunfo en la ronda asturiana.
El retorno de Santi Pérez
Después de dos años sin correr en Asturias el ciclista moscón volvió a ser protagonista en una etapa de alta montaña y se quedó cerca del triunfo en la ronda asturiana.
02/05/2009 PELAYO G. LLANES
Quedaba un kilómetro para la meta y siete corredores se iban a jugar la victoria. En meta, muchos se mordían no las uñas, ya casi los nudillos de las manos. La razón? Entre los siete de cabeza estaba el moscón Santi Pérez, que podía hacer lo que ningún otro asturiano había logrado: vencer en El Acebo.
El Acebo es ya un referente en la ronda asturiana. Desde que en 1992 se impusiese en su cima Ivanov, el coloso de Narcea no falla a su cita puntual con la Vuelta a Asturias. Y siempre depara espectáculo. Da igual que le acompañen Cerredo y Rañadoiro. O que lo hagan Somiedo y Leitariegos. O que, como desde hace unos años, sus acompañantes en el perfil sean el Pozo de las Mujeres Muertas y el Connio.
Ayer, en la salida desde las instalaciones de Cafés Toscaf había dos corredores que sabían lo que era ganar allí, Alberto Fernández de la Puebla y Oscar Sevilla. Ellos también podían lograr algo único, repetir triunfo en El Acebo. Pero ninguno de los dos tuvo opción. Sí la tuvo Santi Pérez, que encontró ayer la salida a un largo túnel que se inició al concluir la Vuelta a España de 2004. Un positivo le tuvo dos años apartado de la competición. Volvió en 2007 con el Relax y le costó adaptarse, aunque aquel año ya le vimos trabajar para sus compañeros de Relax en la Vuelta a Asturias.
Pero al final de ese año el proyecto del Relax llegó a su fin y de nuevo se vio sin correr. Siguió entrenando en busca de un equipo que le diese una oportunidad. Pero esta no acababa de llegar. Tuvo que esperar hasta el mes de junio de ese año para que el modesto Loulé portugués le contratase. A pesar de la inactividad finalizó undécimo en la durísima Vuelta a Portugal.
Ese resultado le abrió las puertas del Madeinox Boavista. Con el equipo portugués volvió a recuperar la que era su eterna sonrisa. En marzo volvió a ganar. Fue en la Clásica Vieira do Minho, puntuable para la Taça de Portugal. Aquel día fue mejor que Nuno Ribeiro. Ayer volvió a encontrarse con el corredor del Liberty en el momento decisivo.
Ribeiro fue el primero en atacar. Santi Pérez aguantó su ataque. Pero al siguiente salto, al de Javi Moreno ya no pudo salir. Tuvo que sentarse y conformarse con el quinto puesto de la etapa. Idéntico puesto al que sube en la general. Esperemos que sea el comienzo.
El Acebo es ya un referente en la ronda asturiana. Desde que en 1992 se impusiese en su cima Ivanov, el coloso de Narcea no falla a su cita puntual con la Vuelta a Asturias. Y siempre depara espectáculo. Da igual que le acompañen Cerredo y Rañadoiro. O que lo hagan Somiedo y Leitariegos. O que, como desde hace unos años, sus acompañantes en el perfil sean el Pozo de las Mujeres Muertas y el Connio.
Ayer, en la salida desde las instalaciones de Cafés Toscaf había dos corredores que sabían lo que era ganar allí, Alberto Fernández de la Puebla y Oscar Sevilla. Ellos también podían lograr algo único, repetir triunfo en El Acebo. Pero ninguno de los dos tuvo opción. Sí la tuvo Santi Pérez, que encontró ayer la salida a un largo túnel que se inició al concluir la Vuelta a España de 2004. Un positivo le tuvo dos años apartado de la competición. Volvió en 2007 con el Relax y le costó adaptarse, aunque aquel año ya le vimos trabajar para sus compañeros de Relax en la Vuelta a Asturias.
Pero al final de ese año el proyecto del Relax llegó a su fin y de nuevo se vio sin correr. Siguió entrenando en busca de un equipo que le diese una oportunidad. Pero esta no acababa de llegar. Tuvo que esperar hasta el mes de junio de ese año para que el modesto Loulé portugués le contratase. A pesar de la inactividad finalizó undécimo en la durísima Vuelta a Portugal.
Ese resultado le abrió las puertas del Madeinox Boavista. Con el equipo portugués volvió a recuperar la que era su eterna sonrisa. En marzo volvió a ganar. Fue en la Clásica Vieira do Minho, puntuable para la Taça de Portugal. Aquel día fue mejor que Nuno Ribeiro. Ayer volvió a encontrarse con el corredor del Liberty en el momento decisivo.
Ribeiro fue el primero en atacar. Santi Pérez aguantó su ataque. Pero al siguiente salto, al de Javi Moreno ya no pudo salir. Tuvo que sentarse y conformarse con el quinto puesto de la etapa. Idéntico puesto al que sube en la general. Esperemos que sea el comienzo.
Foto: Roberto Menéndez
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