18 de febrero de 2010

TIEMPO PARA TODO

Un día más os ofrecemos el diario de Santi en Biciciclismo.com, lo podéis ver también en este enlace
Menudo día que hemos tenido; hoy voy a resumir aquí las cuatro horas que ha durado la etapa porque da para mucho.

Ha sido bonito llegar a la salida en el estadio de futbol de Algarve y ver el párking lleno de los autobuses de los equipos. Sin duda alguna, una estampa diferente a la que se podrá ver los domingos en los partidos. En el cielo lucía el sol aunque había muchas nubes que eran movidas rápidamente por el viento. Todos los corredores preguntaban a los lugareños que previsión meteorológica daban para el día, coincidiendo todos con la inestabilidad.


Los minutos antes de la salida son aprovechados por todos los corredores para saludar a masajistas, mecánicos y directores de otros equipos. Para algunos ésta es la primera carrera del año, puede hacer varios meses que no coinciden con ellos: el ciclismo es una gran familia. Algunos han cambiado de equipo y han dejado grandes amigos dentro de los auxiliares de equipos anteriores.


Estos saludos se alargan los primeros kilómetros de la etapa viendo a corredores con los que hace tiempo que no coincides. A veces, como me ocurrió con Vidal Celis no ves a alguien hasta el final de la etapa, en los kilómetros finales pudimos hablar un poquito. Este es uno de los mejores momentos del ciclismo, te das cuenta de que conoces gente de innumerables lugares, culturas, idiomas….pero que a todos nos une la pasión por el mismo deporte.


De todas las conversaciones que ha habido, me quedo con la de Contador y Bernabeu, en la que se preguntaban mutuamente ¿qué tal? Y David le respondía: “aquí para entrenaros”. Ya llevábamos unos cuantos kilómetros de etapa y a Alberto se le veía rodar con facilidad, lo que nos hace ver que es el favorito para revalidar su triunfo en Algarve.


La etapa fue relativamente tranquila y dio para poder hablar con mucha de la gente que conoces. Durante ese mismo tiempo también nos pudimos encontrar con el sol, la lluvia y el frío que estuvo intermitentemente en cambio durante las cuatro horas. Cada poco, los corredores estaban bajando a los coches a coger y dejar chubasqueros, se puede decir que había más atasco que en la M-30 en hora punta.


Por último, os voy a contar la parte más desagradable, las caídas. A unos 20 kilómetros de meta, cuando rodaba tranquilo en la parte trasera del pelotón, noté como todos mis sentidos se pusieron en alerta a la vez: vi corredores en el suelo, escuche el sonido metálico de las bicis chocando y hasta se podía oler la zapata quemada contra el carbono de los frenazos. Finalmente sólo eran dos quien se habían caído y pudieron continuar, los ciento y pico restantes nos quedamos con la tensión y el susto… Sin duda, una de las peores partes de este deporte junto con las lesiones son las caídas.


Por Santi Pérez, ciclista del CC Loulé-Louletano para www.biciciclismo.com

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